Me sangran las encías

Cuando sangran las encías, algo no va bien, repetimos a nuestros pacientes en la clínica dental en Durango. Aquellos que tienen coronas o han necesitado recurrir a la periodoncia suelen estar mejor informados sobre las señales de alarma que avisan de una enfermedad gingival, pero hay todavía una buena parte de la población que considera normal sangrar con un simple cepillado manual o realizado con cepillo eléctrico.

Nuestra experiencia como dentistas en Durango nos hace insistir en la parte informativa para evitar que una gingivitis pueda pasar a ser una piorrea o periodontitis, con pérdida inevitable de piezas dentales.

 

¿Por qué me sangran las encías?

El sangrado de encías está directamente relacionado con enfermedades periodontales, explica un miembro del equipo dentista en Durango. La placa bacteriana se acumula sobre el diente, sobre las encías o en el espacio justo donde ambos entran en contacto, causando daños que cambian la textura de la encía y su adherencia al diente.

Cuando la raíz de un diente queda al descubierto, esa pieza peligra, pues pierde parte de su anclaje por no hablar del riesgo de que sufra una caries que alcance la pulpa con rapidez.

El sangrado de encías puntual puede deberse a un ligero traumatismo, a cambios hormonales o a cierta carencia de vitaminas A y C, las más involucradas en la protección de la mucosa. También podrías sangrar de manera ocasional si recurres a algunos remedios caseros que prometen un blanqueamiento dental a costa de erosionar el esmalte y agredir el tejido de las encías. Incluso hay enfermedades poco frecuentes donde el sangrado de encías es un síntoma más. Sin embargo, lo normal es que las encías no sangren en absoluto, ni siquiera durante el cepillado.

 

¿Qué es la gingivitis?

La gingivitis es la inflamación de las encías debida a un problema de mala higiene o acumulación de placa bacteriana. Se trata de un problema muy frecuente entre la población que, de no tratarse, puede terminar en periodontitis y pérdidas de piezas dentales.

Las encías con gingivitis presentan un ligero sangrado al cepillarse o cuando se toca la mucosa del tejido con un irrigador de agua o seda dental, y suelen mostrar un color más próximo al rojo que al rosa de una encía saludable.

A veces la inflamación y el enrojecimiento de unas encías con gingivitis solo se detectan cerca de algunas piezas dentales o en la papila interdental, mostrando la encía un aspecto relativamente normal, aunque sangrando al cepillarse o consumir ciertos alimentos.

Cuando estos casos de gingivitis que no son graves pasan desapercibidos por el paciente, quien no acostumbra a acudir a revisiones odontológicas rutinarias, la enfermedad puede avanzar hasta que se acaban viendo las encías enrojecidas con puntos inflamados. Esta etapa, más delicada, todavía no llega a ser periodontitis, aunque sí puede causar molestias que llevan al paciente a la consulta de un odontólogo.

Hay personas que tienen tendencia a sufrir gingivitis por alteraciones en la mordida que dificultan la correcta higiene bucal o por presentar coronas o implantes dentales, que hacen necesaria una higiene más cuidadosa que cuando no hay piezas sustituidas o dañadas.

 

Cómo evitar que te sangren las encías

En primer lugar, sé cuidadoso con tu higiene dental diaria. Piensa que las necesidades varían dependiendo de la edad y el estado de la boca, de si tomas o no ciertos medicamentos, incluso de si estás embarazada. Por ello, además del cepillado, tu odontólogo deberá señalarte qué es mejor para ti, si seda dental, cepillos interproximales o enjuagues con una formulación determinada.

En cuanto detectes un comienzo de gingivitis, si tienes prescrito un dentífrico para tal fin, utilízalo unos días. De no resolverse o de repetirse cada poco tiempo, coméntaselo a tu dentista porque seguramente sea el momento de hacer una limpieza bucal para eliminar restos de sarro y placa en espacios de difícil acceso.

Tras este procedimiento y el uso de dentífricos o colutorios especiales, tus encías deberían estar de nuevo completamente sanas. De no ser así, en algunos casos puedes necesitar unos días de terapia con antibióticos.

Por supuesto, si sufres un sangrado con dolor o ves cómo tus encías comienzan a retraerse, no esperes a la próxima revisión y reserva una cita en tu dentista de Durango.

 

La gingivitis es la causa más común del sangrado de encías y no suele ser grave si una vez detectada se pone remedio. De no ser así, la gingivitis puede derivar en piorrea o en infecciones que llegarían incluso a alcanzar el torrente sanguíneo, con el consiguiente peligro para la salud sistémica, dejando de lado el riesgo de pérdida irreversible de piezas.

Las personas con coronas, implantes o problemas de mordida necesitan extremar su higiene diaria para evitar episodios recurrentes de gingivitis y enfermedades periodontales. Lo normal es que las encías no sangren nada ni al cepillarnos ni al masticar alimentos duros.