¿Qué consecuencias tiene el bruxismo en mis dientes?
El bruxismo es una afección que puede tener consecuencias catastróficas para la dentadura de quien lo sufre. En este sentido, en nuestra clínica dental en Durango no solo restauramos las piezas dentales que ya han sido afectadas, sino que orientamos al paciente acerca de los pasos que ha de seguir para evitar el bruxismo, impidiendo que sus dientes vuelvan a deteriorarse.
Pero ¿qué es exactamente el bruxismo? Se trata de una repetición continuada de movimientos mandibulares en los que el afectado ejerce una fuerte presión sobre muelas y dientes. Es lo que coloquialmente se conoce como “rechinar los dientes”.
Pero quien padece bruxismo no rechina los dientes voluntaria y ocasionalmente, sino que lo hace de forma refleja y continuada. En definitiva, es incapaz de controlar el movimiento repetido de sus mandíbulas y la presión ejercida.
El bruxismo es una afección de origen psicológico y suele estar provocado por situaciones continuadas de estrés intenso o por trastornos crónicos de ansiedad. En algunos casos, el origen del bruxismo se debe a trastornos neurológicos.
También se investiga su relación con algunos problemas del sueño, ya que la prevalencia del bruxismo es ligeramente más alta en las personas con problemas severos de apnea o ronquidos.
Tipos de bruxismo
Existen dos tipos de bruxismo:
- Bruxismo estático: el afectado únicamente ejerce una gran presión sobre sus mandíbulas, sin que se produzca el deslizamiento de las mismas.
- Bruxismo dinámico: además de la presión, quien lo sufre mueve simultáneamente las mandíbulas, por lo que se produce el rechinar de dientes característico de esta afección.
Si se tiene en cuenta la intensidad con que se produce el fenómeno y los momentos en los que este se presenta, podemos distinguir entre:
- Bruxismo incipiente: es de baja intensidad y no suelen existir factores de ansiedad o estrés que lo provoquen.
- Bruxismo establecido: de intensidad intermedia o fuerte, suele ser de carácter nocturno y puede estar provocado por un trastorno de ansiedad o una situación de estrés que se prolonga en el tiempo de forma indefinida.
- Bruxismo poderoso: es de intensidad fuerte o muy fuerte, y quien lo padece no puede evitar rechinar los dientes, tanto de noche como de día.
Consecuencias de tener bruxismo
Además del rechinar de dientes, un fenómeno que puede afectar a la imagen pública y a la autoestima de quien sufre bruxismo, este trastorno es letal para la dentadura, las mandíbulas y otras zonas del cuerpo que están interrelacionadas con ellas. Algunas consecuencias son:
Efectos negativos del bruxismo en las piezas dentales
El bruxismo causa un desgaste acelerado y prematuro de las piezas dentales, con el consiguiente perjuicio estético. Además, el esmalte de las zonas de fricción se ve severamente perjudicado. Esto se traduce en que son muy habituales los problemas de hipersensibilidad dental y de dolor durante la masticación.
En los casos más exacerbados, quien sufre bruxismo ejerce una presión tan brutal sobre la dentadura que puede llegar a fisurar o fracturar una o varias piezas dentales.
Desarrollo de trastornos mandibulares y cervicales
El desgaste anormal de los dientes provoca problemas de mordida y una disposición incorrecta de la posición de las mandíbulas, que se refleja en la aparición de dolores mandibulares, cervicales, de cuello e incluso cefaleas y dolores de oído persistentes.
Adicionalmente, la musculatura de la zona está trabajando de manera continua, lo que contribuye a incrementar las molestias y el dolor.
Problemas derivados
Otros problemas que pueden derivarse del bruxismo son la mala calidad del sueño y los cambios de carácter de quien lo padece, incluyendo la irritabilidad y el mal humor permanente.
También puede ocurrir que, cuando el bruxismo se manifiesta en horarios diurnos, el afectado tienda a aislarse socialmente, algo que contribuirá a empeorar su estado de ánimo.
Visitar a un dentista
¿Padeces de bruxismo o conoces alguien en esa situación? En ese caso, las buenas noticias son dos: la primera es que este mal puede tratarse eficazmente, para lo que es imprescindible la intervención de un dentista.
La segunda es que en la Clínica Oiz disponemos de odontólogos especialmente formados para tratar el bruxismo en Durango. Y en relación con el tratamiento, conozcamos cómo deben abordarse terapéuticamente los casos de bruxismo:
1. Restauración de las piezas dentales dañadas o desgastadas
Las técnicas empleadas incluyen la reconstrucción de las piezas fisuradas o fracturadas y la implantación de carillas dentales en los casos de dientes desgastados
2. Protección de muelas y dientes mediante férulas de descarga
Las férulas de descarga corrigen la posición de la mandíbula e impiden que se ejerza roce y presión sobre dientes y muelas, evitando el desgaste dental, las fracturas y las fisuras.
3. Terapia psicológica
La terapia psicológica adicional es altamente recomendable. Mediante esta, pueden diagnosticarse cuáles son los factores que causan el bruxismo, enseñando al paciente cómo eliminarlos o, al menos, controlarlos.
Y recuerda que si buscas un buen dentista en Durango para tratar tu caso de bruxismo, todo lo que tienes que hacer es reservar una cita en nuestra clínica dental, en la que te asignaremos un odontólogo especializado en su tratamiento.