¿Cuándo debe un niño comenzar a cepillarse los dientes?
Ante la aparición de las primeras piezas dentales, la principal preocupación de las mamás y papás es conocer todo lo relativo a la higiene de las mismas, con el fin de mantener su salud y evitar a los más pequeños molestias innecesarias. Saber cuándo debe un niño comenzar a cepillarse los dientes se convierte entonces en una cuestión importante, y conocer y dominar las recomendaciones de los expertos en odontología infantil, nos asegurará el éxito en la tarea de crear unos hábitos dentales saludables.
Sin embargo, aunque aparentemente es una tarea sencilla, la limpieza de los dientes de los niños acarrea muchas dudas y no es infrecuente que algunos papás necesiten de consejo profesional para aclararlas. Desde la clínica dental Oiz, vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre algunas de estas cuestiones, y nuestro dentista en Durango va a intentar resolver las más importantes proporcionándote una guía clara de los pasos a seguir.
La higiene dental infantil es distinta según la fase del desarrollo en la que nos encontremos. En una fase predentición (previa a la aparición de los primeros dientes), debemos limpiar las encías del bebé mediante un masaje delicado y circular que ha de practicarse con una gasa limpia humedecida en agua.
La finalidad de este aseo es doble, por un lado, retirar los restos de leche que pudieran haber quedado depositados sobre las encías, y por otro acostumbrar al pequeño a la manipulación en el interior de su boca. Esta tarea debe realizarse al menos una vez al día o tras las comidas, especialmente tras la última toma antes de ponerlo a dormir.
Sin embargo, el cepillado en sí mismo, ha de realizarse desde el momento que los primeros dientes hacen su aparición.
¿Cómo se deben cepillar los dientes los niños?
Una vez aparezcan las piezas dentales y, hasta los tres años, deben limpiarse con un cepillo específico cuyo tamaño adecuado y cerdas suaves eliminarán los restos de comida sin agredir la delicada boca del niño.
En estas edades no es necesario utilizar pasta dentífrica, pero sí es importante introducir el hábito de los tres cepillados diarios: tras el desayuno, comida y previo a acostarse por la noche, ya que la disminución de la salivación durante el sueño favorece la proliferación de microorganismos que atacan los dientes y producen caries.
La técnica más adecuada será, con los dientes cerrados, realizar movimientos circulares sobre su superficie y, con la boca totalmente abierta, deslizar horizontalmente el cepillo sobre la parte de las piezas que entra en contacto al morder.
De los tres a los seis años, es el momento de ir perfeccionando la técnica de cepillado y de introducir un dentífrico específico para su edad, ya que así nos aseguraremos de que contiene la cantidad adecuada de flúor.
Es ahora cuando debemos afianzar en ellos una rutina completa de limpieza dental con cepillado horizontal, circular, vertical y en la superficie masticatoria de las piezas. A todo lo anterior, hay que sumarle la necesidad de reforzar la norma de cepillarse mínimo dos veces diarias. Si conseguimos que nuestros hijos adquieran ese hábito, es más fácil que este perdure a lo largo de toda su vida.
De ocho años en adelante el niño ya debe poder cepillarse de forma autónoma. A partir de los ocho años puede utilizar un dentífrico normal, y debemos prestar especial atención a la duración del cepillado, que debe ser superior a un minuto y a la frecuencia, tres veces por día es el ideal al que debemos acostumbrarle.
Si sospechamos que nuestros pequeños no están limpiando sus dientes de forma adecuada, nuestro dentista infantil en Durango nos recomienda un pequeño truco: adquirir un revelador de placa. Los reveladores de placa son unas sustancias de enjuague que tiñen de un color llamativo la placa dental, facilitando al niño su visualización y posterior limpieza.
Evitar los dulces
Evitar los dulces, especialmente fuera de las comidas principales (tras las cuales hay un cepillado) es una costumbre saludable que debemos practicar.
Los dulces están cargados de azúcares que resultan tremendamente perjudiciales. Además, las “chuches”, suelen tener texturas pegajosas que se adhieren a las piezas dentales y se cuelan en zonas de difícil acceso para el cepillo, lo que sumado a que se toman entre horas, y no van seguidas de una buena limpieza, conforman el caldo de cultivo perfecto para la aparición de caries.
Visitar al dentista infantil
Desde muy pequeños debemos acostumbrar a los niños a visitar al dentista infantil, es la mejor manera de que asocien las visitas a la clínica dental con una experiencia positiva.
Además, ir al dentista regularmente es una manera excelente de aclarar dudas con respecto a la higiene y la salud bucodental de nuestros hijos. La clínica dental con sus profesionales especialistas es el lugar ideal para mostrar y enseñar a los niños cómo deben cepillarse correctamente.
Realizar dos visitas anuales son una buena manera de mantener y preservar los dientes infantiles en un estado óptimo y prevenir problemas futuros. Si necesitas un dentista bueno en Durango, ven a la clínica dental Oiz y déjanos ayudarte a conservar la sonrisa de los pequeños reyes de la casa.