Sigo sangrando tras la extracción de una muela
Uno de los tratamientos odontológicos más habituales en las clínicas de todo el mundo es la extracción de muelas. La eliminación de las muelas del juicio o la retirada de cualquier otra pieza que moleste, duele o presente graves desperfectos es una intervención sencilla que no suele dar problemas y tiene una recuperación rápida y sencilla.
Sangrar después de la extracción de las muelas es algo habitual en este tipo de operaciones. No obstante, esto alarma, en ocasiones, a los pacientes, que no saben cómo actuar al respecto. Nuestro dentista en Durango ofrece algunos consejos cuando se sigue sangrando tras la extracción de una muela.
Sangrar estando en la consulta
Como ocurre con los implantes dentales, la extracción de una muela es un proceso común y seguro, pero no por ello deja de ser delicado.
Es en la consulta, durante la operación o en los momentos posteriores a ella, cuando más sangrado puede darse. La pieza dental retirada ha dejado un hueco y una herida abierta y tierna. Por lo tanto, es completamente normal que los tejidos bucodentales sangren mientras comienza el proceso de recuperación y cicatriza la zona.
En la sala de operaciones, el propio odontólogo se encargará de retirar toda la sangre que se va generando durante la extracción de la muela gracias a las aspiradoras que habitualmente se utilizan en cualquier visita al dentista.
Además, el profesional sanitario podrá valorar si el sangrado es el habitual en estos casos o si, por el contrario, se está generando una presencia de sangre más relevante y hay que estudiar la zona para encontrar el problema, o incluso actuar para solucionarlo si fuese necesario.
Lo normal en todas las intervenciones quirúrgicas de extracción de piezas dentales es que el dentista coloque una gasa sobre la zona de la herida y que esta deje de sangrar de manera abundante antes de 1 hora desde que finaliza la operación.
Me sigue sangrando en casa
Otro escenario es el que se encuentran los pacientes que, tras pasar la operación, y llevar los cuidados adecuados en las primeras horas, encuentran su saliva enrojecida, sabor metálico en la boca e incluso notan cómo la sangre continúa saliendo de manera abundante por la sutura.
¿Hay que preocuparse en estos escenarios? Lo cierto es que en la mayoría de casos no. Como explican nuestros profesionales de Oiz Klinika, «las personas que buscan clínica dental en Durango para someterse a este tipo de intervenciones a veces llaman alarmadas porque siguen sangrando en casa. Sin embargo, es lo habitual y, además, casi todas las veces son solo unas gotas, aunque el paciente perciba que se trata de un problema mucho más serio».
Este escenario se puede dar durante las primeras 24 horas, e incluso es normal sentir un poco más de sabor a sangre en la cavidad bucodental durante los 7 o 10 primeros días. Esto es porque la herida sigue inflamada, y cualquier toque o roce puede hacer que la sangre reaparezca.
¿Cómo evitar que sangre?
Aunque el mejor consejo es seguir las indicaciones de dentistas buenos en Durango, la mayor parte de profesionales recomienda mantener la gasa colocada sobre la herida para que esta vaya empapando la sangre que pueda aparecer en las primeras horas. Es importante mantener la gasa siempre húmeda, cambiarla cada hora y dejarla en la zona todo el tiempo que dure la aparición de sangre.
Con esto, y los cuidados posteriores recomendados por el sanitario, lo habitual es que el proceso de recuperación se alargue un par de semanas y que cada vez se sangre menos o, directamente, no aparezca sangre en la herida tras un periodo no superior a 24 horas. Los profesionales sanitarios recomiendan seguir debidamente sus instrucciones y acudir a ellos si la situación no cambia en los primeros días.
Consulta a tu dentista
Existen algunos escenarios en los que el paciente no deja de sangrar pese a seguir todas las recomendaciones y consejos que ofrecen los profesionales. Lo más repetido en estas ocasiones es que el paciente esté tomando algún fármaco anticoagulante y esto no se ha transmitido al dentista.
También pueden darse ocasiones en las que no se ha cerrado bien la herida. Por eso, siempre que el nivel de sangrado no disminuya, es importante consultar al dentista para confirmar que no está pasando nada grave. En un alto porcentaje de las ocasiones, el problema se soluciona sumando un medicamento hemostático al tratamiento con el objetivo de frenar el sangrado.
Estas son las principales precauciones que se deben tener en cuenta cuando a un paciente le preocupa sangrar después de la extracción de las muelas. Nuestros dentistas de la clínica de Durango están especializados en este tipo de intervenciones y ayudan de manera integral a los pacientes que pasan por escenarios de sangrado, como los citados, con el objetivo de que su recuperación sea rápida y total.